Este robot está repleto de pequeños motores y puede utilizar hasta 900 herramientas, y lo que destaca es que es sumamente preciso, tanto como para incluso poder jugar al Jenga con cualquier ser humano mientras sus operadores lo manejan a control remoto.
Mascot cuenta con un sistema de control remoto háptico que permite a los operadores “sentir” lo que está tocando. Gary Hermon, de la propia UKAEA, añade: “Los sistemas robóticos serán una parte integral de las futuras plantas de energía de fusión“.
Se espera que este robot también ayude a los expertos en otros campos como la eliminación de desechos nucleares, la exploración espacial, la minería, la atención médica y el transporte.